Hoy en día vivimos en un país en constante cambio, el cual se da lleno de dinamismo, complejidades e incluso grandes tensiones. Sentimos que el tiempo siempre apremia y resulta insuficiente; sobretodo para los temas que realmente importan como la familia.
En un contexto así es resulta difícil encontrar ejemplos actuales que nos ayuden a responder preguntas como
¿Estaré haciendo lo mejor en mi rol como padre? ¿De qué forma estoy impactando en la vida de mis hijos? Sin embargo, no debemos olvidar que Dios, en su infinita sabiduría, nos dio un modelo para conducir nuestra vida como padres, en el sentido que él espera de nosotros; ese referente es San José.
¿Qué mejor ejemplo podríamos tener? Siempre decimos frases como “No se tiene un manual 29/1/2021 San José: Un guía para los padres de hoy
¿Qué mejor ejemplo podríamos tener? Siempre decimos frases como No se tiene un manual para ser papá”, pero olvidamos que nosotros, sí tenemos una guía viva y que, sin importar el tiempo, aún trasciende. Y es que nuestro Señor eligió a José, como el hombre más confiable en el mundo para ser el padre de nuestro salvador.
Y a pesar que podamos creer que las personas de hoy enfrentamos situaciones más complicadas, tenemos que recordar que San José hizo frente también a situaciones extremas y adversas. Recordemos que él aceptó, ser el padre adoptivo de Dios Hijo, aunque esto supondría ser criticado o señalado por las creencias de la época.
Y aún cuando pudo huir al designio divino, decidió aceptarlo: “Resolvió abandonarla en secreto” (Mt 1,19). “Mientras pensaba en esto, el Ángel del Señor se le apareció en sueños”. (Mt 1,20). “Al despertar, José hizo lo que el Ángel del Señor le había ordenado: llevó a María a su casa” (Mt 1, 24). Esta enorme humildad y valentía, le permitió convertirse en el Hombre elegido para participar en el misterio divino de la redención. Además, el heroísmo mostrado por San José, radica en sus acciones cotidianas.
Esto representa un camino trazado para acercarnos a su ejemplo: Ser un hombre de oración: Siempre estuvo en diálogo constante con Dios Padre. Reflexionando con Dios cada una de sus decisiones, penas y temores.
Encontrando el soporte necesario para hacer lo correcto. Ser un hombre obediente: Siguiendo los mandatos de Dios, respetando sus enseñanzas, sin importar las tentaciones.
Ser un hombre lleno de amor por su familia. Ser un hombre protector: Con trabajo duro, nunca dejó desprotegido a Jesús, velando por su bienestar y el de María. Ser un hombre formador: Consciente de su misión, enseñó a su hijo la fe y la oración. Ser un hombre sencillo y humilde.
Ser un hombre de paz. Estas enseñanzas que Dios nos dejó en el ejemplo de San José, son los pasos que podemos cumplir para dar respuestas a esas dudas que nos plantemos.
¿Qué tanto seguimos esta guía en nuestra vida cotidiana? ¿Qué tan comprometiéndonos con nuestra fe estamos para vivir una auténtica paternidad? Esas serían dudas más sencillas de resolver con la guía que El Señor nos regaló.
Oración:
Señor Dios, Padre bueno,
creador del género humano,
Tú enviaste a tu Hijo Jesús,
para redimir y salvar a los hombres,
Él quiso nacer en una familia como la nuestra,
le diste a la Virgen María como madre
y a San José como padre.
Señor Dios, Padre bueno,
creador del género humano,
Tú enviaste a tu Hijo Jesús,
para redimir y salvar a los hombres,
Él quiso nacer en una familia como la nuestra,
le diste a la Virgen María como madre
y a San José como padre.
Te pedimos por cada uno de nosotros
para que, a ejemplo de San José,
amemos, cuidemos y protejamos a nuestras familias.
Ayúdanos a amarte a Tique eres nuestro Padre del Cielo,
que seamos fieles a tu voluntad,y alcancemos la vida eterna.
Amén.