Recordar es volver a vivir

Cuando perdemos recientemente a un familiar, no podemos dejar de pensar en esta persona; y es que, es normal el no poder olvidar a una persona que amamos y a la cual nos aferramos sentimentalmente.

Para el ser humano, recordar a alguien es un acto hermoso y que alimenta el alma; pero, cuando llevamos esto al extremo, podemos generar una dependencia o apego emocional muy fuerte hacia esta persona, lo que impide que podamos seguir construyendo nuestra vida.

Para evitar una dependencia emocional, no sólo recordemos a nuestro familiar por sus características físicas o por su comportamiento; sino que debemos enfocarnos en las enseñanzas que estos nos dejaron y como estas nos dan valor a nuestra vida.

Debemos llegar a formar un legado con las enseñanzas de nuestros familiares, es decir, aplicar todas las enseñanzas que nos dejaron y que cada vez que las hacemos aporten a nuestro desarrollo personal, familiar, social o espiritual.

Recuerda: Podemos siempre estar mirando el pasado, pero nunca debemos dejar de ver el presente y cómo podemos generar un buen futuro. Tengamos en cuenta que un buen recuerdo se convierte en un gran tesoro.