Nuestras vidas están llenas de momentos únicos y especiales que, con el pasar de los tiempos, nos dejan recuerdos maravillosos. De igual manera sucede con las personas que viven en sintonía con nosotros, nos dejan una huella especial y, por cosas de la vida, dejan de estarlo.
Cuando un ser querido muere, recordar esos momentos y celebrar lo que fue su camino por esta vida es un acto bello que nos brinda la oportunidad de reflexionar y recordar lo bello que es vivir.
El camino que llevamos todos por la vida puede estar lleno de victorias, derrotas, alegrías y tristezas, pero lo más importante, como bien dicen algunos, es disfrutar esta, la única, vida que tenemos. Todos, en algún momento, nos hemos puesto a pensar, meditar o reflexionar acerca de la vida que tenemos, las vidas que vemos o las vidas que perdemos; sin embargo, son muy pocos los que reconocen o recuerdan la importancia de honrar la vida. Y aquí te enseñaremos a hacerlo.
Honramos tantas cosas en nuestra vida, las costumbres de nuestra cultura, los sucesos que más marcaron nuestra historia hasta nuestros personajes favoritos; sin embargo, no sabemos o no nos han enseñado a honrar la vida.
Entonces ¿por qué no nos tomamos unos minutos para aprender a honrarla?
El que estés leyendo esto ya es un motivo de celebración, sobretodo por el hecho de que estás aquí para aprender algo que aún otros no saben.
Honrar la vida es también un acto de gratitud hacia Dios y hacia las oportunidades que día a día nos brinda.
Al honrar la vida reconocemos el impacto que tuvieron la vida de otros en la nuestra a través de sus acciones, palabras o sentimientos, también aprendemos a valorar el tiempo que tenemos y, sobretodo, a meditar sobre lo que queremos hacer con él. Es una oportunidad para decirle a las nuevas generaciones que disfruten el camino, que vivan con un propósito y que sean agradecidos con la vida y con Dios.
Ahora que ya sabes un poco más acerca de la importancia de celebrar y honrar la vida, te queremos compartir algunas formas de honrarla. Algunos consejos pueden ser tan fáciles como cantar y otros pueden resultar un poco difíciles como pedir perdón ¿por qué difícil? porque a muchos les cuesta hacerlo; sin embargo, podemos aprender a hacerlo un lindo hábito.