La familia es el regalo más extraordinario que las personas pueden tener en la vida, en ella, el ser humano aprende, crece, se desarrolla, se forma, recibe y vive las experiencias que le permite un desarrollo integral.
El primer elemento esencial para que exista la unidad familiar es la comunicación abierta, es necesario que tanto padres e hijos puedan ser capaces de hablar, dialogar, expresar sus pensamientos, sentimientos, las cosas que les gusta, las que no y las que quieren lograr.
La Confianza es el segundo elemento, pues consiste en creer en los hijos, en sus habilidades y capacidades. Si un padre no cree que su hijo aprenderá a caminar, es muy probable que éste no lo haga. Si un padre no cree que su hijo puede hacer y lograr cosas, si no confía en esa personita que él o ella está formado entonces no pasará nada con ese ser humano. Los hijos necesitan saber que sus padres los cuidan, protegen y quieren lo mejor para ellos, de ahí vendrá la confianza hacia los padres, pero también necesitan saber que su padres creen y confían plenamente en ellos.
El tercer elemento es el respeto, un valor que necesariamente implica que debe darse en doble vía, es decir, el respeto de los hijos hacia los padres y de los padres hacia los hijos. El respeto de los espacios, de la individualidad, de la personalidad, del carácter, de la forma de ser, el respeto en el trato, la convivencia. No se puede esperar de un padre que constantemente le grita a su hijo y comunica todas las cosas de esta manera que su hijo lo escuche tranquilamente, es muy probable que el hijo responda de la misma manera que lo hace su padre.
Muchos valores familiares hoy en día se van perdiendo por lo que en conjunto necesitamos luchar por que la familia se mantenga unida y pueda ser capaz de sobrepasar las pruebas y dificultades que puedan presentarse.
Para ello, Camposanto Parque del recuerdo brinda algunas estrategias para mantener la unidad familiar:
La comunicación, confianza y el respeto son pilares que reforzamos y encontramos en la iglesia, la misa. Para todos los padres, la invitación para crear esa unión y armonía que la familia necesita para vivir está hecha.